viernes, 1 de septiembre de 2023

España ultrajada

Y no basta con ser campeonas para ganarse el respeto de un país.

Todes lo vimos en vivo, el hombre este pachangeándose a las chicas y de pronto el beso en la boca a Jenni Hermoso.


La sarta de excusas absurdas que se han dicho, no vale la pena ni recordarlas. Lo más contundente es que el hecho demuestra claramente la violencia sistemática a las mujeres, incluso las que están en la posición más alta, como sería el caso de una jugadora de fútbol, campeona mundial. Pero la realidad es que son los ejecutivos, los hombres, detrás de las jugadoras, los que retienen para sí la influencia y el poder. Incluso si dicen cosas ofensivas y hasta estúpidas. 


Qué diferencia con los jugadores. ¿Y si Rubiales le daba el beso a Messi, entonces qué?


¿Qué tendrán que hacer las jugadoras para ser vistas como profesionales? Tal vez una antigua cosa llamada revolución.