Hoy ha sido, sin duda, el día menos interesante del Mundial de Fútbol Rusia 2018. Como dice el refrán: más vale el diablo por viejo que por diablo. Se notó que faltaba experiencia futbolística y por eso se recurrió al toque brusco, a las faltas, a las amarillas. Ha sido un reto muy grande para los árbitros, que tal vez no estaban a la altura de las circunstancias, pero la constante interrupción para llamar la atención a los jugadores ha sido un elementos que ha reducido el disfrute del juego.
Corea del Sur y Suecia inició con demasiados contactos entre los jugadores y con poco que entregar futbolísticamente. Para ser el equipo que sacó a Italia del mundial, Suecia no se presentó bien parada, el único tanto del juego fue por un penal, que aunque bien cobrado deja la sensación de que no logró ser más que Corea del Sur. El mismo tenor brusco siguió entre Bélgica y Panamá, tal vez por la inexperiencia de Panamá en una copa mundial. Sin embargo, Bélgica terminó encontrando la forma de ser efectiva ganando por tres tantos a cero. Triste inicio para una selección que se estrenaba con este partido. Finalmente Inglaterra y Túnez, si bien deja a Inglaterra como el indiscutible ganador con dos goles contra uno, la anotación de Túnez se dio por un penal y el desempate de Inglaterra llegó en el tiempo del descuento. Así que parece que a ambos les falta afinar más su juego y sin duda pueden entregar mucho más.
Me reconforta oír los comentarios de Viviana Vila en Telemundo, me parece que es una mujer muy acertada y que aporta su granito de arena hacia un cambio de perspectiva sobre las mujeres en los deportes. Ojalá un día el fútbol no sea un espacio sólo masculino para dar lugar a una apertura de géneros e identidades.
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